A lo largo de lo corta pero intensa historia del videojuego es normal que se hayan creado ciertos mitos o leyendas, algunas catalogadas de leyendas urbanas que han ido trascendiendo a lo largo del tiempo y que, los más curiosos y cazadores de mitos han ido buscando e investigando que tiene de cierto o falso tienen estas historias.

Sin duda la más mítica y famosa leyenda del videojuego está relacionada con Polybius: un supuesto arcade que apareció en algunos salones de los suburbios de Portland (Oregon), y que mantuvo enganchados a muchísimos jugadores hasta tal punto de crear colas enormes para poder jugarlo.

La gran mayoría coincide en que el título es un shoot em up un tanto peculiar en el que la nave no se mueve, sino que el escenario es el que gira sin parar mientras se dispara a los objetivos, sin embargo hay otros que dicen que es un juego laberíntico. Lo que si se coincide por norma general es que el juego añadía muchos colores y luces, algo que para principios de los 80 era algo excepcional, y llamaba la atención de todos los que pasaron por delante de la máquina.

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Hasta aquí todo puede parecer normal: Pac-Man o Space Invaders mantuvieron enganchados durante años a jugadores y hoy día se siguen sacando revisiones o simplemente se sigue vendiendo el juego tal cual es plataformas digitales. Pero Polybius no sólo enganchaba sino que provocaba efectos secundarios en sus jugadores. Muchos tenían visiones, dolores de cabeza persistentes, insomnio, pesadillas, tics nerviosos o incluso perdida de memoria. Pero todo esto no salió a la luz hasta que un jugador en mitad de una partida tuvo un fuerte ataque epiléptico y murió frente a la máquina, tal como dicen dio voz un periódico local de Portland.

Pocos días después tal como llegó Polybius, desapareció sin más de todos los salones recreativos de entonces. Poco después todos los jugadores que estaban o estuvieron enganchados al videojuego murieron al poco tiempo por distintos problemas, muchos de ellos acabaron locos o perdieron la memoria. Casualmente también los jugadores que jugaron mucho cogieron aversión al título y fueron olvidándolo poco a poco hasta no recordar nada sobre él.

¿Que provoca todos efectos secundarios? Que no hay testigos de su existencia, todos están muertos o lo olvidaron. No hay fotos de la máquina, ni se encuentran extractos en hemeroteca. Según los más conspiranoicos, el videojuego forma parte de un estudio del gobierno de EEUU, ya que muchos comentaban que los sonidos del juego, o incluso en la pantalla aparecían mensajes como «No Though» (Sin pensamiento) «Kill Yourself (Mátate) «Surrender» (Ríndete) o «Do not Question Authority» (No cuestiones la autoridad), mensajes que se podían bloquear o desbloquear desde un menú del juego que manejaban esos típicos «hombres de negro», que incluso comentan iban a hablar con los dueños de los salones para reportar cual había sido las impresiones o respuestas que tenían los jugadores.

Tal como vino se fue, y en el tiempo supuestamente se diluyó la historia de este juego hasta que comenzó la leyenda a través de Usenet, un tablón de mensajes del internet primitivo, en el que comentaban historias sobre este arcade, y en el que algún usuario dijo que había jugado, o incluso había participado en el desarrollo, pero que nunca trascendió sus nombres hasta que llegó un hombre que se hacía llamar Steven Roach.

Según se decía, el juego fue desarrollado por una empresa sudamericana llamada Sinneslöschen, en la cual trabajó Steven. Pasaron los años hasta que por fin accedió a una entrevista por parte de Duane Wheaterall para bitparade.co.uk (la cual no encuentro) y en la que Duane vio como la historia de su entrevistado no tenía consistencia, siendo muchas de sus respuestas inconexas o con contradicciones continuas, por tanto, la única persona que parecía que iba a dar sentido a toda la leyenda, era un farsante.

Tal es esta leyenda que, forma parte de la cultura friki. Ha aparecido en numerosas series como en Los Simpsons, en el último libro de Ernest Cline (Ready Player One) llamado Armada, o incluso en el tema de Nine Inch Nails Less Than.

¿Fue real que existió aquella máquina recreativa? Todo indica que no. No hay fotografías, no existen testigos por las secuelas que dejaba al jugar, el único que levantó la mano diciendo que fue uno de sus desarrolladores es a todas luces un farsante y no existe ninguna ROM en internet, pese a que algunos dicen que la tienen pero no están dispuesto a compartirla… como se dice en mi tierra: «te quié i ya!»

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El bulo probablemente comenzó en la ya comentada Usenet, en una era en la que comenzaba haber información de todo tipo sin ningún tipo de constatación, el mundo de los «fake» empezaba ya con esta red, y todo lo que nos queda es la curiosidad de como se ha podido generar tal leyenda a lo largo del tiempo, con el maravilloso agravante de como los salones recreativos también contenían su magia, y también albergaban sus misterios.

Ay… ¡cuantas historias se habrán perdido y cuantas nos quedarán por conocer!

 

7 comentarios sobre “Ivelias Random Access: Polybius, el mito del videojuego asesino

  1. Me encantan este tipo de artículos y todo lo relacionado con las «leyendas urbanas»de los videojuegos. Hace no mucho Iker Jiménez hizo un podcast especial sobre este tema que está muy bien que además de hablar sobre esta famosa y desconocida máquina saca a la luz casos parecidos con diversos títulos.
    También hay un episodio de una serie llamada «Dimension 404» donde aparece Polybius.
    Echa un ojo a ambas si te gusta o te interesa el tema,que para pasar el rato no están mal.
    Un gran saludo!!!

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    1. Ahora que lo dices recuerdo algo sobre lo que comentas de Iker, le echaré una escucha!

      Esta no es la única leyenda urbana, hay otras que no plantean pesadillas sino que hay asesinatos de por medio incluso. El misterio está en todas partes 🙂

      Un saludo!

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    1. Es una historia de la que se puede investiga bastante, pero no hay evidencias por ninguna parte de su existencia, sólo ecos a través de internet, que se niega a que esta historia no sea real.

      Gracias por comentar Dani!

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