TAD Corporation tuvo un gran éxito a finales de los ochenta gracias a Cabal: un juego de acción y disparos en tercera persona que nos ponía en la piel de dos soldados que debían destruir bases enemigas, y aunque parezca que su planteamiento era sencillo, en su día fue un paso adelante dentro del género de los shooter. La cosa no iba a quedar así y menos aún después de tan tremenda acogida en los salones recreativos. Tal como debían imaginar por entonces llegaría una secuela, y fue Blood Bros, la segunda parte espiritual nacida en 1990 y que también supo captar el interés de todos con gráficos regenerados y jugabilidad mejorada, permitiendo a TAD Corp. seguir con sus años de bonanza. Que no serían muchos más, todo hay que decirlo, aunque nos dejaron estas maravillas de las que han corrido ríos de tinta y desde aquí vamos a seguir su cauce.
Ivelias Zero
Creo que nunca llegué a jugar a Blood Bros en arcades. Aunque puede que me falle la memoria.
Lo que si recuerdo es cuando lo jugué integro acompañado de unas cervezas hace ya unos años en casa de unos amigos, un día en el que los pads arcades echaron humo de la tremenda caña que le dimos, siendo el juego de disparos del indio y el vaquero el que más estragos hizo a aquella palanca de dirección.
El planteamiento del juego no puede ser más sencillo: dispara a todo lo que se mueva, tira dinamita cuando se ponga la cosa difícil y esquiva las balas o bombas que lanzan los enemigos, andando de un lado a otro o realizando una voltereta para ponerte a salvo. Para variar detrás de un planteamiento tan sencillo en un arcade se esconde una terrible dificultad ascendente.
Aunque el planteamiento de shooter al estilo Cabal no sea algo muy original hoy día, si que destaca aún lo divertido que resulta, ya que el juego no se toma en serio a si mismo y es algo que podemos ver en todo momento: aparecen cerdos o indios muy pequeños corriendo que al dispararlos salen pitando dejando power ups, una lata que debemos mantener en el aire disparando para obtener puntos (mientras matamos sin parar, claro está). Sin embargo lo más gracioso del juego es cuando acabamos cada nivel con una fanfarria que nuestros personajes bailan de alegría mientras van saltando y marchándose por el horizonte, siendo esto una de las señas de identidad y quizás lo más recordado por el público.
Todo esto está muy bien de manera individual, pero si añadimos el componente cooperativo el juego multiplica su diversión (it’s over 9000) siendo muy importante codearse con el compañero para sobrevivir a semejante carnicería. Un juego sin complicaciones y repleto de diversión que no debes dejar escapar si aún no lo has probado.
Cabesa Freeman
Aunque hay juegos y juegos divertidos para echar un rato con un colega con un pad mediante, este juego me trae muy buenos recuerdos y pachanguear con el ha sido sin lugar a dudas, toda una experiencia de recuerdo videojueguil.
«¿Echamos una a la del indio y el vaquero?» fue la frase que le dije a mi buddy de blog la tarde en que decidíamos que juego de dos jugadores traíamos al análisis. Recordad que, todo el material que veis es propio y que solo hablamos de juegos que nos hemos pasado recientemente y para el análisis de juegos de dos jugadores, no iba a ser menos.
Tengo que decir que pese a que nos lo pasamos genial con todos los juegos, retomar este ha sido muy divertido, si bien es cierto que lo hemos completado rápidamente, me ha sorprendido la manera en la que nos hemos compenetrado a la hora de jugarlo. He de reconocer que somos buena pareja de juegos y que nos entendemos bien y que, sobre todo, lo pasamos genial partida a partida.
«¿Echamos una a la del indio y el vaquero?» no han sido pocas las veces que he escuchado esto en la puerta del salón recreativo «El Muro». Recuerdo como la fase en la que salía el tren era todo un reto a la hora de darle caña al joystick y nos poníamos serios cuando lo veíamos caer.
Destacar que este juego, y los de su género, son todo un reto por el tipo de movimiento que llevan, recuerda que mientras disparas no puedes mover al personaje por lo que hace que necesites tener especial atención a todo lo que sucede en pantalla y tener los nervios templados para reaccionar a cada situación.
«¿Echamos una a la del indio y el vaquero?» me da que será una frase que le diré al indio que me acompaña en The Past Is Now en el próximo evento retro al que asistamos (que espero que sea pronto)
¡¡¡Nos vemos pronto!!!
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