La primera vez que vi Tales of Phantasia sería navidad de 2006, aquel juego de Game Boy Advance con la portada del caballero montado a caballo me llamó la atención de manera instantánea: aquello era un RPG sí o sí. Eché un vistazo a la preciosa caja de cartón y se quedó en el mismo estante de aquel Toys R Us. Por entonces no conocía la saga, y en esa época ya estaba inmerso de lleno en mundos online como World of Warcraft, sin embargo nunca he podido quitarme de la cabeza que debí comprarlo por entonces.
Vamos a sumarle que en 2014 jugué completo Tales of Symphonia en su remaster para Playstation 3 de forma cooperativa, echándole la nada desdeñable cantidad de 120 horas: ahí es nada. Era de esperar que tarde o temprano decidiese rendir cuentas con el origen de la saga.
El título aunque lo conociese por entonces en GBA, fue lanzado en sus orígenes en Super Nintendo/Famicom, y posteriormente en la primera Playstation, siendo estas dos versiones exclusivas para el territorio nipón. Tuvimos que esperar a la versión de la portátil de Nintendo para poder disfrutarlo de forma oficial.
Cless y Chester, dos chicos del apacible pueblo de Totus, dedican parte de su entrenamiento como guerreros a cazar en el bosque, enfrentándose de paso a bestias que puedan atacar el pequeño pueblo. Era un día cualquiera hasta que al volver se encuentran que todo está en llamas y con sus habitantes asesinados por un grupo de soldados del que destaca un caballero oscuro llamado Mars, el autor de tal masacre. Entre toda la destrucción, Cless es capaz de encontrar a sus padres al borde de la muerte, ante la que no puede hacer nada salvo jurar su venganza entre las advertencias de su madre, la cual le pide que proteja el colgante que ha llevado todos estos años al cuello. Todo conlleva un viaje para conocer los verdaderos motivos de Mars y el comienzo del auténtico viaje: el caballero quiere resucitar al malvado rey Dhaos, quien fue confinado 10 años antes por el padre de Cless. Siendo imposible salvar la situación, Cless junto a su nueva amiga, la sacerdotisa Mint, son enviados 100 años al pasado para encontrar una manera de poder acabar con Dhaos en el futuro, y así salvar el mundo.
Aunque en un principio la historia pueda parecer algo sencilla, no lo es. Los cambios entre el presente y el futuro harán que podamos ir cambiando la historia, aunque estos viajes en el tiempo no estarán a nuestra merced, sino que nos ira guiando la historia a través de ellos, en los que conoceremos a otros personajes que se unirán a nuestra causa y descubriremos el por qué de los acontecimientos en el futuro. Y es que aunque nos pueda en apariencia ser una historia sencilla, llegará un momento en el que nos plantearemos si realmente estamos haciendo lo correcto, y si los motivos de Dhaos están fundamentados en algo más que lo propio de ser el malo del juego.

A esto le añadimos los elementos típicos de los RPG clásicos como los combates aleatorios, mapa enorme por explorar, invocaciones, tiendas de armas y objetos a tutiplén, sin olvidar mazmorras desde lo más sencillas hasta las más desquiciantes, siendo algunos puzzles muy difíciles de superar, siendo recomendable tirar de guía para los menos pacientes o los desesperados, aunque no es difícil llegar a esta situación en 1 o 2 puzzles llegando al final del periplo.
Todo esto lo aderezamos con un sistema de batalla muy innovador para la época llamado Linear Motion Battle System, una suerte de variación del RPG clásico en las que obviamos los turnos convirtiendo las batallas más en lo que conocemos hoy como Action RPG, aunque con un sólo plano. Dándole importancia a nuestra destreza con el mando a la hora de realizar combos impresionantes y saber colocar inicialmente a todos nuestros personajes en batalla, los cuales los manejará la CPU, podremos indicarles ordenes cuando lo necesitamos, siendo esto la única manera de detener el enfrentamiento, ya que si nos paramos a pensar tal cual, el enemigo no tendrá piedad.
A todo esto hay que añadirle que visualmente en esta versión los personajes se ven de maravilla. Monstruos de tamaños grandes, escenarios coloridos, personajes coloreados a la perfección y con animaciones muy curradas, que te harán plantearte si juegas en emulador si realmente estas jugando a un título de GBA.
Como curiosidad, el juego creado originalmente para Super Nintendo fue el primer título que tenía 48Mb de memoria en cartucho, además de tener voces digitalizadas, siendo estas utilizadas para la posterior versión de Game Boy Advance. A raíz de esto, y viendo el tremendo éxito que tuvo el juego de Namco Tales Studio en sus revisiones, salió una última versión para PSP llamada Full Voice Edition, siendo esta una nueva remasterización del original, en la que se incluían voces para todos los textos; de nuevo, sólo lanzado en Japón.
Hay que recalcar que quizás el apartado flojo de este juego al menos desde mi punto de vista es el sonoro, en el que hay temas muy buenos como el que escuchamos tanto para las batallas regulares como con los jefes, o la canción de Villa Oliva, una canción que sorprende por su alegría entre tanta canción seriota, o incluso desentonada en alguan dungeon.
En definitiva, nos encontramos ante un RPG que no se conformó con ser uno más del montón, sólo hay que fijarse para ver que es una saga muy querida y que se siguen sacando juegos hoy día basados en aquel mundo lanzado en 16 bits, siendo la baza rolera principal de Namco. Un título que nos llevará entre 30-40 horas completarlo, ya sea de forma básica o al 100%, pero que sin duda es un indispensable, y que me lleva a la inevitable conclusión de que nunca tuve que dejar aquella caja de cartón en ese centro comercial.
Algo que se me quedó conmigo del juego, es que por razones argumentales, te dan una de las armas mas poderosas del juego (la Gugnir), para quitartela mas adelante. Si te la querías quedar, tocaba hacer una de estas mazmorras opcionales con el mismísimo Odin esperando al final, y derrotarle en un duelo. Es una curiosa forma de mostrar porque querrías tomarte la molestia de pelear con el.
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Sin embargo en esta partida exceptuando 1 o 2 horas, no he usado la Gugnir para nada, la cambié por otra (no recuerdo el motivo) hasta bien entrado el final del juego, en la que lógicamente me quedé con la Eternal.
Echo de menos un final profundo respecto a subquest, pero oye, es por ponerle alguna pega.
Un saludo leaf!
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