Hace poco fueron los Golden Joystick Awards y los The Game Awards, galas de premios para juegos y consolas, fascina solo con pronunciarlo, pero entonces… ¿dejamos de ser frikis?
No me malinterpretéis, me encantan estas galas y las disfruto un montón, incluso alguna vez he seguido alguna en directo, pero hay que reconocer que el hecho de que existan premios para videojuegos, hace que el mundo de las máquinas y los videojuegos en los que, llevamos ya algunos años metidos, se vuelva de pronto muy serio.
Viendo las galas que hemos tenido una cosa si me alegra, el videojuego no se ha perdido cómo piensan muchos, el videojuego está más vivo que nunca. Puede gustarte más el que se hacía antes, o puede que no te guste ciertos aspectos que están tomando, pero, es indiscutible que cada vez esto va a más, teniendo más presupuesto que superproducciones de Hollywood y llegando a más casas que el “un, dos, tres”. Los videojuegos han evolucionado ¡y de qué forma!
Ocurre lo siguiente, voy a mi madre, si si a la que incluso te ha tirado alguna nasa diciendo que “es que ya no lo usabas y me ocupaba espacio”, y le explico que eso que está viendo que parece los Oscars es una gala de premios y reconocimientos para los videojuegos. Claro no da crédito, es eso que lleva diciendo toda la vida que algún día lo dejaré, eso que a la que es hoy mi mujer le dijo que un día me cansaría, por lo que siempre ha dicho que me acostaba tarde… Los videojuegos se habían vuelto, en su realidad, muy serios de pronto.
Entre esto, que sean reconocidos por el comité olímpico como deporte con sus correspondientes jugadores profesionales, el guion y doblaje en ocasiones por encima del cine, los efectos especiales y la vertiente de “especialistas de videojuegos” que vemos últimamente con tanta frecuencia (en casi cada esquina vaya) hacen que me pregunte si realmente el friki como lo conocíamos, ha muerto definitivamente.
Piensa que hace unos años íbamos todos a casa de uno a jugar a “La leyenda de Zagore” y no era un juego de culto. Nos cambiábamos los cartuchos de juegos con otros colegas sin mirar si la caja estaba perfecta o le había salido un arañazo. La música nos gustaba y la silbábamos a todas horas, pero no nos sabíamos (y casi no nos importaban) los nombres de los compositores, que hoy en día veo discusiones en determinados foros sobre si fue un acierto despedir a tal compositor de tal empresa hace 30 años y flipo en colores.
¿Dónde nos meten ahora a los videojugadores? Ya no somos frikis al uso, al menos no en el sentido despectivo, he escuchado términos muy interesantes “amante de los juegos”, “especialista en gaming”, “gamer empedernido”… si vaya, un friki de los buenos, de los que decían que estaban malos para quedarse en casa jugando solos al Sonic y no tener que compartir mando con nadie.
Sinceramente, me alegro. Me alegro mucho que haya tomado todo el rumbo que ha tomado y que podamos comprar una camiseta de Skyrim en casi cualquier sitio o que puedas encontrar un montón de accesorios de un montón de marcas diferentes para tu consola. Es algo que no hemos tenido siempre y que, sinceramente, tenemos que disfrutar.
Eso sí, no me vengáis con rollos de nombres raros, que lo que sois es unos pedazos de frikis viciosos.
Venga hombre…
Arriba el poder Friki Cabesa!
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Viva!
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