Es indiscutible que en este blog somos amantes de SEGA. Durante esta primera temporada hemos analizado un buen puñado de juegos de múltiples plataformas, entre los que han caído varios de la consola de 16 Bit de la compañía del erizo azul. Aquí os dejamos un repaso por los títulos que han pasado por el blog y que seguro alguno de ellos hará que os pique el gusanillo de coger de nuevo ese mando negro.
Quackshot
En el 91, y yo aún sólo con una NES y sin tener ni idea que era una Mega Drive, salió para maravillarnos a todos a lo largo del tiempo el susodicho Quackshot, el juego desarrollado por el mismísimo AM7 y capitaneado por la diseñadora Emirin, quien también fue la encargada de otros juegos de Disney producidos por SEGA.
Thunder Force IV
Nada más poner el cartucho comienza el frenesí: un temazo en clave metalera nos da la bienvenida con la nave que vamos a manejar dando piruetas a toda velocidad tras el letrero de Thunder Force nos sirve para ir poniéndonos a tino. Ni historia ni nada de eso, como si nos ponen por delante en Zero Wing, aquí vamos al lío del tirón.
Golden Axe
Si estas buscando un título completamente atemporal, que pueda divertirte en cualquier momento de cualquier generación de consolas, juegos, portátil o recreativas, puede ser entre otros, el magnífico Golden Axe.
Zero Wing
En mitad de la confusión dentro de la nave, Cats toma contacto con el capitán con el que tiene una pequeña conversación. Las traducciones en esa época sabemos muy bien como funcionaban (allé voy), y una conversación de unas cuantas frases es un absoluto desastre, en la que nuestro malvado Cats dice: ALL YOUR BASE ARE BELONG TO US, a lo que podría significar algo como “todas sus base son nos pertenecen”.
Another World
Nuestro protagonista llega en su Ferrari a su laboratorio donde realizaba un experimento, cogió el ascensor, llegó a su despacho (metiendo una clave para abrir la puerta) se sentó en su ordenador futurista (aunque parecía de fósforo verde) empezó a meter cifras, y sin saberlo, tomando tranquilamente un refresco, un rayo de la lluviosa noche, se coló en su sistema provocando una explosión, que dejó un enorme socavóndonde antes había una mesa, un ordenador futurista y un científico.
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