Vale vale, que escribo este post desde mi blog dedicado por y para juegos retro y actuales y mi nick es mi mote y el apellido del protagonista de uno de mis juegos favoritos, pero no puedo dejar de alegrarme (y sorprenderme) del postureo gamer y freak en general con el que convivimos hoy en día.

Desde hace tiempo lo llevo viendo y comentando con algunos compañeros y es que, gracias a que somos más desinhibidos, a que internet nos abre una ventana mayor o simplemente a que las generaciones cambian, los temas «frikis» son hoy en día temas tratados  como vara de medir en muchos círculos.

Me crié en un pueblo pequeño donde lo pasaba genial por las tardes con mis amigos, montábamos en bici, jugábamos a «poli-ladrón», al balón en una portería imaginaria… Por aquel entonces, mi padre, quien siempre tenía lo último que saliera al mercado, ya tenía un Pc Amstrad en el que jugaba a «Head Over Heels» al que llamábamos «el perro y el gato» o a Batman, que tenía la misma vista isométrica que tanto se usaría después. Nunca terminé «Dynamite Dux»

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¿Sabías que en Fallout 4 puedes poner esta vista?

Recuerdo perfectamente cuando uno trajo un Game And Watch de Zelda, como en aquel momento lo veíamos como una máquina perfecta, ya que las otras que conocíamos eran muy toscas, el típico juego de la nave esquivando meteoritos en una pantalla lcd con aquellos sonidos tan estridentes, o el jugador de fútbol chutando y tu parando balones con el portero.

Un buen día, un vecino de la urbanización donde vivía trajo la primera Game Boy que nunca había visto con el famoso Tetris, me dejó jugar una sola partida con la que quedé prendado y mi padre, nos compró una máquina de esas clónicas que traían varias versiones de Tetris que mis hermanos y yo nos pasábamos unos a otros.

Cada Sábado por la tarde y algún Domingo por la mañana, mi madre me mandaba con mi hermano mayor para que cuidase de mi y nos íbamos a los salones recreativos que había, uno estaba a escasos metros del otro y allí conocí los primeros juegos de máquinas que funcionaban con monedas de cinco duros.

Y es que lo llamábamos así, jugar a las máquinas de diferentes géneros, tales como «de peleas» o «de fútbol» o «a lo pressing catch», todo eso de «Beat’em’up» o «Scroll Horizontal» llegaría después, en aquél momento simplemente describíamos un juego con otro para entendernos.

Poco después, le regalaron a un vecino una Master System II y yo le rogué a mis padres por una, me dijeron que la pidiera a los reyes y así lo hice y aquellas partidas a Alex Kidd o a Sonic 2, después de ver «Goku» en Canal Sur son y serán inolvidables para mí. Solo conocí, además de estas dos Master System II y la Game Boy que mencioné antes, una Super Nintendo y una Megadrive.

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¡Nunca dejaremos de hacerlo!

Con mi hermano compartía una afición que no podía compartir con nadie más, el Warhammer. Mi hermano mandaba cartas a Barcelona para que le enviasen sets de pinturas para las figuras que pedía por catálogo, recuerdo esperar semanas para recibir figuras y como hablaba con sus amigos para hacer un pedido entre todos.

Poco después llegaría un Victor a la oficina y no mucho más tarde, nuestro recordado 286 que tantas y tantas horas nos dio de diversión en casa. En mi pueblo, solo conocía a otra persona con ordenador y nos costaba trabajo explicar que es lo que era el ordenador y que utilidad le dábamos, hay que tener en cuenta que a muchos amigos por su comunión les regalaron una máquina de escribir.

Por todo esto que os he contado, eramos considerados raros por unos, fascinantes por otros, eramos gente «moderna» o «técnica» y parecía en ocasiones que hablábamos un idioma diferente del resto, a esto hay que sumarle que «Los Goonies» o «Los Exploradores» eran nuestras películas favoritas que las veíamos una y otra vez.

Éramos muy pocos y nos encontrábamos y reconocíamos fácilmente, y había algo que me gustaba mucho, nos enseñábamos entre nosotros si no sabíamos sobre algo y hablábamos sin tapujos sobre si un juego se nos resistía o si no nos habíamos pasado un jefe final (en mi pueblo los llamabamos monstruos)

Hoy en día, me encanta que puedas tener todo de manera tan accesible y que reconozcamos rápidamente un Mario en la camiseta de un crío, que todo el mundo juegue a algo y que los juegos lleguen incluso a través de la Smart Tv a nuestros salones.

Lo que no entiendo es la competición que hay de haber jugado más que nadie, la lucha ridícula de si no sabes quien Arthas o no te pasaste Shadow of the Colossus como si no fueras digno, con un problema aún mayor, cada vez hay más juegos y más plataformas y haberlo jugado absolutamente todo tanto en las consolas como en PC, debe ser imposible.

Esto atrae a los haters que necesitan inexorablemente que todos sepamos de todo, y esto, además de no ser necesario es irrelevante, que vale que los juegos de hoy en día se conciben de otra manera, pero no son más que los de antes, que vale que hay diferentes versiones de juegos, pero no hemos tenido que haberlas jugados todas a la perfección y conocer cada pixel al dedillo, pero esto deberíamos usarlo para unir conocimiento y para disfrutar todos juntos de este maravilloso hobby que tan extendido está hoy por hoy.

Ya os hablé anteriormente de los diferentes tipos de gamers y es una maravilla que podamos tener esta diversidad, que la cultura del videojuego traspase fronteras y que tengamos esos magníficos espectáculos y eventos. El videojuego mueve más dinero hoy en día que el cine, y esto, es maravilloso.

Que los raritos ya no son tan raritos y que ser friki hoy en día, mola.

¡¡¡Nos vemos pronto!!!

19 comentarios sobre “Las cosas del Cabesa: El Postureo Gamer.

  1. El head over heels nunca llegó a la tienda de mi pueblo y siempre me quedé con las ganas de jugarlo. Dicen que es de lo mejor que sacaron para amstrad..

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  2. Yo lo jugué en Spectrum y sí que era difícil, pero también lo era el Batman. La perspectiva isométrica era maravillosa para aquellos tiempos, pero un tanto confusa para los saltos.

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  3. Totalmente de acuerdo, yo soy un poco más joven (creo) pero también viví muchos años siendo el “rarito” y muchas veces me resulta raro ese postureo que tienen algunos.
    Nunca en mi vida jugué un Final Fantasy y si bien alguna vez quiero hacerlo siento que hay mucha gente que me va a mirar raro por no haberlo jugado.
    Un abrazo desde Uruguay y si bien vivo en la capital somos un país tan chico que muchas veces nos sentimos como en un pequeño pueblo.

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    1. Marthis del 84 soy yo. Mi círculo friki, por así llamarlo ya que éramos niños, realmente no era muy grande hasta que me mudé a Sevilla, aquí ya cogió otra perspectiva el asunto.

      Gracias por compartirlo desde Uruguay!

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  4. Buen artículo, con el que me siento bastante identificado. Soy de las primeras generaciones consoleras (Atari, NES) y soy consciente de que me dejé grandes juegos por el camino. Pero hoy es tan abrumadora la cantidad de sistemas y de juegos que resulta imposible jugarlo todo, pero no por ello somos “menos”. Quisiera saber si los haters de los que hablas tienen más de 30 años, trabajan 8 horas al día, hacen las labores de casa y crian a 2 hijos…

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