La cuarta entrega de la saga X, según algunos críticos, sería el culmen de la leyenda del reploide azul. Pero tendrían que pasar 3 años, concretamente en el 2000, para que se lanzara la secuela directa en Japón: Megaman X5.
El año siguiente nos llegaría por Europa, ya con la generación siguiente encima y Dreamcast con un pie en la tumba, para la ya vieja Playstation primera y posteriormente en PC, para deleite de los usuarios de Windows, vírgenes hasta el momento de la saga.

La historia continua sólo unos pocos meses después de lo ocurrido en Megaman X4, y es que parece que nuestro archienemigo Sigma tenía todo perfectamente orquestado, y no ha dicho su última palabra: X, con total desconocimiento, ha esparcido un virus en el planeta y además Sigma planea estrellar contra el planeta una ciudad satélite llamada Eurasia, con la que infectar con este virus a toda la población (además de despertar al verdadero Zero de su letargo), y acabar con cualquier tipo de paz.

Nuevamente el título se desarrolla en la estructura habitual de la serie: 8 niveles y posteriores jefes finales, pero añaden gracias a la misión de la futura colisión contra la Tierra, la búsqueda de las piezas de un cañón para la destrucción de la Eurasia. El tiempo juega en nuestra contra, y tendremos que conseguir estas piezas en un máximo de «16 horas», aunque realmente cada hora contará cada vez salgamos de un nivel, ya sea por que hemos derrotado al jefe o hemos salido del nivel, aunque a mi parecer, realmente no añade dificultad ninguna.

El juego se muestra con gráficos reutilizados de la anterior entrega, y no me refiero a los personajes, sino hasta enemigos, las colisiones, los sprites de movimientos… algunos no lo verán un inconveniente, aunque se podrían haber mejorado ciertos aspectos para hacer de él un juego más redondo. Si además añadimos que los jefes gigantes casi han desaparecido, y que hay niveles que parecen sacados o ser vecinos del anterior juego, podemos quizás desilusionarnos. Para más inri, han eliminado los videos de anime y ahora se presentan las escenas de la historia con imágenes estáticas, y algunas de ellas de escasa calidad.

Sin embargo la jugabilidad esta casi intacta: podría ser algo negativo, pero es un aspecto perfecto de X4. Se mantiene esa agresividad continua, la velocidad y los ataques medidos al milímetro para X. Algún aspecto si que ha cambiado, como que ahora podremos agacharnos e ir alternando entre personajes al iniciar un nivel. Es algo completamente de agradecer, todo sea dicho. Lo que también incluye este título es diferentes finales, por lo que os recomiendo encarecidamente su rejugabilidad, que es altamente satisfactoria.
La música mantiene un estilo más cañero aún sí cabe, aunque esta vez los temas están compuestos por tres diferentes artistas: «Naoya Kamisaka», «Takuya Miyawaki», que colaboró en Megaman X4, y «Naoto Tanaka», compositor en anteriores entregas de Megaman. Algunos temas son de una calidad incuestionable, y la canción «X vs Zero» arriba del post enlazada, quedaría como uno de los mejores temas compuestos para la consola de Sony.

Con todas sus virtudes y defectos, no deja de ser un juego más que recomendable. La posibilidad de ir cambiando de personaje en la aventura es muy interesante para conseguir el 100% del título, y los distintos finales añaden una rejugabilidad que diría que es casi obligatoria. Un indispensable en la memoria de todos los jugadores y más aún para los amantes del hombre azul.
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