Hablar de Flower puede resultar excesivamente difícil, más aún cuando es un juego que te ha provocado casi todos los sentimientos que nos hacen meros seres humanos.
Tuve la suerte de jugar a «flOw» al poco de su lanzamiento, el juego no entraña mucha complicación, pero si que me hizo pensar: ¿como podían haber creado un juego tan «sencillo», y que SONY le diese todo su apoyo?, más todavía cuando la tónica en la anterior generación de consolas y en el mundo del PC era cada vez hacer juegos más perfectos y con muchos elementos jugables gracias a una capacidad superior en todos los aspectos. La industria había madurado mucho ya en el siglo XXI, pero este juego me demostró que no existía un único camino a seguir.
Cuando vi el trailer de Flower, sabía que el día de lanzamiento tenía que ser mío como fuese. Llegué ese 12 de febrero de 2009 de trabajar: me eché un buen vaso de cerveza, puse el sillón en mitad del salón, apagué las luces y encendí el sistema de sonido del salón. Pocas veces un videojuego ha superado lo que sentí esa noche.
La vida misma se retrata metafóricamente en cada uno de los 6 niveles del juego. Comienzas siendo un simple pétalo de flor y vas acercándote a otras flores para ir añadiendo pétalos a tu primer pétalo que representa una especie de «avatar», con el que vas continuando a través de praderas y rocas hasta llegar al final, un lugar donde mezclar todos los pétalos en una suerte de reencarnación en otro tipo de flor. Cada vez que esto ocurra volveremos al menú de inicio: una habitación en la que hay una ventana con un escritorio donde se apoyan macetas con cada una de las flores «protagonistas».
Sin embargo, avanzando en el juego vamos viendo como un principio de bonanza y paz surcando los cielos bañados por un sol resplandeciente y un sosegador ocaso a través de praderas y cañones, van apareciendo los primeros rastros de la civilización humana, y con ellos los sentimientos temerosos. Postes de electricidad, construcciones metálicas y edificios que destruyen el horizonte.
Como en casi todos los aspectos de la vida, siempre esta lo bueno y lo malo, y en este caso los malos somos nosotros mismos con nuestra mera existencia, invadiendo con nuestras construcciones como si de un dolor irruptivo se tratase todo lo que la naturaleza ha creado por si sola.
Con cada pétalo que arrastremos tocaremos una nota dentro de nuestra canción de salvación, de liberación, la que acaba con todo lo malo que nosotros mismos (como si nos viésemos en tercera persona) hemos creado de manera egoísta acaparando todo lo que al principio del juego nos hacía maravillarnos; la naturaleza en su estado más virgen.
Euforia, impaciencia, tranquilidad, ira, optimismo, enfado, satisfacción, venganza, amor y odio es todo lo que Flower te puede aportar, y no hay muchos juegos que puedan decir lo mismo. Más que un juego, una experiencia, un título que arrastra tu alma a donde dirijas el mando y que volverás a él cada cierto tiempo. Cada vez que tu corazón lo necesite.
Las imágenes son sacadas de la versión de PS4. El juego sigue disponible en la PSN de Playstation 3, y es también posible adquirirlo para cualquiera de las dos plataformas en físico en el recopilatorio Journey Collector’s Edition.
The Past is Now Blog 
Juegazo, es de lo primero que me pille nada mas que tuve la PS3, es un juego que te puedes y debes rejugar de vez en cuando y no descarto darle otro tute dentro de poco. Una manera muy bonita de describir el juego y buen post! Saludos!
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Desde luego que lo es.
No son pocas veces que le he enseñado a alguien ajeno al mundo del videojuego este título y se ha quedado perplejo. Por desgracia, al igual que me pasa a mí con el cine, este mundillo no es para todo los públicos.
Un saludo Raúl!
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